sábado, 25 de septiembre de 2010

se acordó de pronto en el pago



Se acordó de pronto en el pago de aquel colectivero con el que había discutido. Sin saber por qué también recordó esa foto que se había sacado de su ojo y corrió al espejo del baño para ver si seguía en su lugar. No se asombró cuando encontró un hueco en su cara: su ojo se había quedado en Tokio.

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