Decían que por el matadero rondaba un lobo que mordía a las vacas.
Yo la ví, desde el zeppelin con mi abuelo, una tarde que él me llevó a pasear.
Cuando volvíamos a su casa llamamos a mi madre desde el teléfono antiguo del bar de la esquina, ella no nos creyó
No hay comentarios:
Publicar un comentario